por Yana Klotchkov Kuznetova

Artagora

Diario de Mircea Eliade: El ICR de Madrid realiza un ciclo de actividades que proponen dar a conocer diversos aspectos de la cultura rumana, así como divulgar escritores, artistas, cineastas más relevantes de Rumania. En esta temporada nos presentan el trabajo del pintor Romeo Niram, (Bucarest, Rumania, 1974), un destacado creador en el panorama artístico de Rumania, y también fuera de el. La exposición lleva el nombre de “Ensayo sobre la Lucidez. Diario de Mircea Eliade“. Romeo Niram, que actualmente reside en España, hace un homenaje en forma de diario a Mircea Eliade en 8 lienzos que podemos contemplar en la sala de exposiciones del Instituto.

Homenaje a Mircea Eliade

Paralelamente, se ofrecen una serie de conferencias que ambientan y contextualizan la obra de Romeo Niram. Hay que decir, que este homenaje, viene parejo o forma parte de todo un ciclo de trabajos pictóricos, en los que el artista se inspira en la biografía de los personajes mas importantes de la historia del siglo XX rumano, es el caso del escultor vanguardista Constantin Brancusi, el dramaturgo y escritor Eugéne Ionesco, el filosofo Emil Michel Cioran y el filosofo e historiador de las religiones Mircea Eliade.

Ensayo sobre la lucidez

Con ellos, ya tenemos una pista de lo que Niram va a transmitir en su obra, y hacer ver que ninguna de las personalidades anteriormente citados han sido elegidos al azar. Precisamente, los cuatro (tres de ellos coinciden y se conocen en la Universidad de Bucarest en 1928), se caracterizan por la búsqueda constante de la pureza conceptual, se cuestionan el entorno que les induce a una reflexión no solo de las estructuras vigentes del pensamiento, sino también a las propias raíces del mismo. Ello ahonda más en su situación como apátridas, puesto que la mayor parte de sus vidas se desarrollan fuera de Rumania, lo cual, produce una potenciación de esa búsqueda de la esencia de la existencia a través de diversos caminos y vías, expresada en la escritura, pintura o escultura. Ellos no dan respuestas, sino que cuestionan todo. “Ensayo sobre la lucidez”, se relaciona con el hecho, de que todos éstos intelectuales se planteaban los eternos interrogantes sobre la vida, el por qué, el cómo, tal como lo lleva haciendo toda la humanidad sin tener respuesta certera. Pero, lucidez, en el sentido de que tanto los hombres que razonan y filosofan sobre ello, como aquellos que de forma directa no se lo plantean en tales términos, tienen algo de lucido, intuitivo, ya que todos llegan a la misma idea, en menor o mayor grado: nada es verdadero en su totalidad, salvo quizás los efectos que en el ser humano produce la impresión personal de la existencia en el transcurso de la vida, es el hecho de comprender al mismo tiempo, que nuestra biografía es limitada, y sin un colofón determinado.

El diario

No hay conocimiento sobre la forma en la que nuestra existencia afectará al resto de los individuos, ni en los que vendrán después, y con ello, tampoco hay manera de averiguar como lo hará en la dinámica del Universo. Ello se diferencia de los libros o películas, que si tienen una acción directa, más asimilable, y un final enmarcado en el espacio y en el tiempo. El diario, (recurso formal utilizado por Niram) es una forma de plasmar y reflejar lo que capta la percepción humana sobre soporte material, de dejar constancia, en forma de legado, el paso por éste mundo, cuando ya no estamos presentes físicamente. Es, por tanto un testimonio de nosotros mismos, un rastro a modo de huella registro (que a diferencia de otro tipo de registros como el de la partida de nacimiento en una institución), pero en forma más literaria, elegante, e incluso didáctica, es, digamos el medio para saber y que otros sepan que hemos vivido, que hemos existido. El diario es documento fiable, en el sentido material, corrobora nuestros recuerdos, que generalmente con el paso del tiempo se hacen difusos, se nublan, y más tarde se difuminan y desaparecen. Ya no sabemos que fue real y que sueño. Así el diario es un seguro, un pasaporte de nuestra existencia en cuyas páginas quedan pegados los visados de nuestros viajes, reflexiones, etc…

¿De qué lugar formamos parte en el mundo? Realmente cuando desaparezcamos, el mundo no dejara de funcionar sin nosotros en él. ¿Habrá algo que la existencia haya afectado? De este modo, Niram, utiliza la figura de Brancusi, escultor que trabaja con la forma en espacio y el tiempo, y el concepto del vacío, de aquí la relación con el pensamiento hindú (primer cuadro de la derecha aparece Maitrey, y en el ultimo Brancusi), y su interacción y relación con en ciclo cíclico de la vida. Los que entienden el concepto del vacío eliminan el temor a la muerte.

El diario de Mircea Eliade

Precisamente, el diario, es el recurso material del que se sirve Niram, para plasmar una serie de memorias centradas en la vida, obra y pensamiento del escritor rumano Mircea Eliade. Es un texto plástico, unos 8 lienzos, dos de ellos con su tabilla de madera anexa con fragmentos escritos en diversos idiomas, uno de ellos en esperanto, quizás con el ánimo de una contribución más universal. Los lienzos se presentan, todos en la misma pared, seguidos, uno detrás de otro, sin apenas concesiones al espacio entre ellos. Se leen de derecha a izquierda, pero se entrelazan en un eterno retorno, ya que el último encadena con el primero. El primer lienzo, se presenta a modo de cartel, (ya sea de cine o de publicidad), el retrato de Mircea Eliade, y algunas imágenes que traen ecos de su estancia en la India durante su juventud, la figura de Maitreyi, cuyas partes faciales aparecen de forma reiterativa, y una figura física pequeña, vinculada con la práctica del yoga, que resalta la relevancia de la disciplina física como herramienta investigadora, a lo que se unen los elementos tipográficos con el nombre del filosofo.

Todas las figuras se manifiestan con gran detallismo y verosimilitud que coquetea con el hiperrealismo fotográfico. A ello se suma la estética del cartel, que se aprecia en cada uno de los lienzos, cuyas imágenes representadas en forma de entes (y con ello me refiero en forma de individuos) son elementos que se diferencian y destacan del fondo, tal como si se tratara de fotografías pegadas en un collage. Estas imágenes, tiene forma a su vez, en lo inmaterial y lo intangible, cuyas figuras dispuestas de forma caótica (dan la sensación de estar en movimiento para desaparecer de un momento a otro) se hacen borrosas hasta parecer que acabarán esfumándose, tal como hacen los fermentos memorísticos de los recuerdos.

El diario portugués de Mircea Eliade

El siguiente capítulo de éste diario plástico en forma de película, Niram la ubica en Portugal, con el recuerdo de su bella Plaza del Comercio, el arco del triunfo y su escultura ecuestre. Un cielo que se transforma en fuego, y un suelo que se convierte en agua, ¿Qué es real y qué no? Ello conforma una extraña atmósfera, un espacio siniestro y amenazador, es real y fantástica al mismo tiempo, una vez más, hay referencias a obras de Eliade. El agua y el fuego, elementos esenciales y antagónicos, representan lo irreal y real en la visión.

Seguimos con recuerdos de la vida de MIrcea Eliade. En el siguiente lienzo, hay de nuevo una vivencia, un recuerdo. La composición se asemeja un tanto a los ambientes de El Bosco, hay un alo, siniestro, aterrador, reflejo de un interior inquietante, ¿tal vez el de aquel personaje asustado? cuyas puertas están cerradas, el techo desgarrado, a punto de venirse abajo, y una mirada amenazante se impone a través de la puerta. Esta escena produce cierta desazón, un intento de penetración dentro del alma del protagonista, llena de incógnitas por la desesperación de la no-respuesta.

Al igual que en El Bosco, la realidad es neutral y la irrealidad visionaria, el mundo como una mera ilusión óptica, un espejismo de la realidad, la claridad de la visión se encuentra inmersa en una bruma, lo inconstante sustituye a lo permanente, lo tangible se convierte en algo inmaterial, ¿acaso no encontramos estos elementos en Niram? Fernando Pessoa y José Saramago son los referentes de dos lienzos, sus retratos merecen ser destacados por verse realizados mediante una técnica distinta a lo observado hasta el momento, puesto que las líneas y formas se ven fragmentadas y reconstruidas posteriormente, sufriendo una metamorfosis en los colores empleados. Todo ello dentro de un laberinto de formas y estructuras monolíticas que sorteamos con la vista sin ver un final claro.

Biografía visual

Por último y concluyendo esta biografía visual, Niram se centra en Brancusi y su producción escultórica, de formas geométricas y superficies pulidas que reflejan y se relacionen con el exterior. Encontramos aquí también, una cabecera de una noticia periodística. Niram utiliza criterios visuales propios del cartel y el collage, cuyos ingredientes se intercalan y surgen unos encima de otros, destacando la escultura que aquí sortea la distancia de la representación bidimensional con la tridimensional (de nuevo lo real y lo ficticio). En consecuencia, Niram, une dos aspectos en principio ajenos entre sí, la narración escrita y la narración visual, convirtiéndose en el vínculo para profundizar en las memorias de Mircea Eliade. Los protagonistas son viajeros espirituales, lo cual les convierte en universales, son “apátridas” sin contacto directo con su origen cultural, pero vinculados a sus raíces. Para acercase, hay que entender esta compleja simbología, organizada a manera de puzzle, y configurarlo espacialmente siguiendo una reglas gramaticales propias, que exigirán una vez resulto, una reflexión introspectiva. Así, se presentan ante nosotros unos elementos universales que serán accesibles a los espectadores de esta gran película, y nos trasladaran a la vida de estas figuras rumanas. Con ellos superados los convencionalismos locales, y buscando mas allá de su propio espacio, se manifestarán los interrogantes universales sobre la esencia del ser humano, y su importancia existencial. Todo ello inquieta al espectador como resultado de toda la conjunción plástica. Ya que al fin y al cabo, ¿qué es la vida?, ¿o es algo imaginario que no deja constancia de sí misma y es fruto de la consciencia?

Al fin y al cabo, somos relevantes para nosotros mismos gracias a la autoconciencia. Lo que percibimos y capturamos de la vida es sólo la parte más superficial, ya que lo importante, al ignorarlo, se nos escapa. Es una representación melancólica, que presenta la vida como concepto que puede ser revisado reiteradamente, pero nunca con un único sentido, ni conclusión patente, pero que, bajo un revestimiento, que le de forma, más o menos convincente, produce una impresión más tranquilizadora otorgando cierta esperanza. Me gustaría hacer una breve incisión sobre el panorama artístico actual de Rumania dónde encontramos magníficos creadores como: Gheorghe Ángel,( Cluj- Napoca 1938), cuyas composiciones recuerdan a las de Wools y Debuffet, o como es el caso del escultor Darie Dup, Marcel Bunea o Florin Ciubotaru, entre otros. La mayoría de todos ellos siguen una línea vanguardista, como continuadores de la Escuela de Nueva York.

El caso de Romeo Niram, se independiza del resto al ahondar en aspectos reales pero dejando de lado la abstracción para centrarse en una figuración cuasi hiperrealista, vinculándose el surrealismo, la duplicidad, y la alegoría.

Mircea Eliade Maitreyi
Hevel Niram – Mircea Eliade y Maitreyi

Yana Klotchkov Kuznetsova realiza los estudios de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid. Interesada en al arte del siglo XX, especialmente en las Vanguardias, y movimientos estilísticos como el Kitch, o el juguete de vanguardia. Ha colaborado en diversas traducciones y otros trabajos literarios relacionados con la cultura rusa.